El origen de Campillo de Llerena fue, según viejas leyendas, el núcleo romano de Ipasturgi, un campo raso lleno de malezas llamado Palacios, poblado con gentes llegadas desde la legendaria ciudad de Arsa por el año 500 d.C. Se cree que la ciudad de Arsa se hallaba situada en las ruinas que existen en la cima de la sierra del Argallén, entre los términos municipales de Zalamea y Campillo, junto a las ruinas del castillo árabe de Argalet.
El territorio fue tomado por los bereberes en el siglo VIII y reconquistado en 1234 por la Orden de Santiago, reinando Fernando III el Santo. En el siglo X, y principios del XI, Campillo perteneció a la kura (provincia) de Mérida que llegaba hasta Maguila (Maguilla) y Zuwaga (Azuaga). Los musulmanes, en su huida, devastaron el poblado. Las tropas santiaguistas, dirigidas por el Maestre D. Pedro González Mengo, mandaron edificar un nuevo poblado en las cercanías, sobre una majada de pastores, bautizándolo con el nombre de “El Campiello”. Lo pusieron bajo la protección y el cuidado del primer Comendador de Hornachos, D. Pedro Pérez.
El nombre de esta localidad deriva del nombre de un monte que se menciona en uno de los libros más importantes de la bibliografía medieval, Libro de montería del rey Alfonso XI; en él se cita un paraje montañoso con interesantes especies cinegéticas, conocido como Val de Campiello.
Los Reyes Católicos hicieron Villa a Campillo el año 1485. Le dieron por armas las reales de Castilla.
En 1594 formaba parte de la provincia León, de la Orden de Santiago y contaba con 404 vecinos.
Desde 1834 quedó integrado en el Partido judicial de Llerena. En el censo de 1842 contaba con 263 hogares y 1002 vecinos.
El Castillo Árabe de Argalet
Sobre la Sierra de los Argallanes se encuentran los restos del castillo árabe de Argalet, el lugar que a día de hoy cuenta con más pruebas que lo hagan coincidir con el asentamiento túrdulo de Arsa, enclave que tras su ocupación en época romana, fue abandonado en la Edad Media. Fray Juan Ortiz de Thivar, lo mencionaba en un manuscrito del año 1779, que se conserva en el Monasterio de Guadalupe. Su enclave es perfecto para la defensa por ser un sitio escarpado de difícil acceso.
Arsa se hizo famosa por haber dado cobijo al caudillo Viriato, refugiándose después de sus correrías por toda la Bética hostigando a los romanos.
Serviliano puso sitio a Arsa. La ciudad, falta de agua y alimentos, estaba pronta a rendirse, cuando por la noche llega Viriato y cae sobre los romanos obligándolos a firmar la paz. Era el año 140 a. de Cristo, este tratado de paz sería roto por el hermano de Serviliano, Quinto S. Cipión. Viriato huye refugiándose en la Carpetania, donde murió poco tiempo después traicionado por los suyos.
Arsa fue asaltada por los romanos que la tomaron e impusieron sus costumbres, romanizándola.
Se encuentra incluido en la Carta Arqueológica de Extremadura.
Las Posadas de Abenfut
El año 1230 las tropas leonesas del rey Alfonso IX cercaron la ciudad de Mérida. Enterado el rey musulmán de Sevilla, envió en su auxilio un poderoso ejército al mando del valeroso caudillo Abenfut, que urgentemente se puso en camino llegando en pocas jornadas a la villa de Alange, donde pernoctaron, preparándose para el ataque. Al mismo tiempo el rey Alfonso cruza el río Guadiana por la noche y al amanecer cae por sorpresa sobre el ejército musulmán asestándole un devastador golpe que le obliga a huir en desbandada. En su retirada llegaron a unas posadas que había junto al arroyo de Santa María, en la zona del mismo nombre limitando con las Casillas, donde descansan varios días de la enorme galopada. Después, Abenfut reunió lo que quedaba del ejército y prosiguió su repliegue hacia el sur. A partir de este acontecimiento, al lugar se le conoció por el nombre de «Las posadas de Abenfut», edificándose una enorme ermita pocos años después bajo la advocación de Santa María de las Posas.
Diez años más tarde en estas posadas se firmaron los documentos para delimitar las lindes entre las Órdenes de Santiago y Alcántara.
Fuentes:
http://www.campillodellerena.es/
http://www.campilloweb.com/
www.cedercampisur.com
http://es.wikipedia.org/
Las Posadas de Abenfut
El año 1230 las tropas leonesas del rey Alfonso IX cercaron la ciudad de Mérida. Enterado el rey musulmán de Sevilla, envió en su auxilio un poderoso ejército al mando del valeroso caudillo Abenfut, que urgentemente se puso en camino llegando en pocas jornadas a la villa de Alange, donde pernoctaron, preparándose para el ataque. Al mismo tiempo el rey Alfonso cruza el río Guadiana por la noche y al amanecer cae por sorpresa sobre el ejército musulmán asestándole un devastador golpe que le obliga a huir en desbandada. En su retirada llegaron a unas posadas que había junto al arroyo de Santa María, en la zona del mismo nombre limitando con las Casillas, donde descansan varios días de la enorme galopada. Después, Abenfut reunió lo que quedaba del ejército y prosiguió su repliegue hacia el sur. A partir de este acontecimiento, al lugar se le conoció por el nombre de «Las posadas de Abenfut», edificándose una enorme ermita pocos años después bajo la advocación de Santa María de las Posas.
Diez años más tarde en estas posadas se firmaron los documentos para delimitar las lindes entre las Órdenes de Santiago y Alcántara.
Fuentes:
http://www.campillodellerena.es/
http://www.campilloweb.com/
www.cedercampisur.com
http://es.wikipedia.org/
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